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COMUNICACIÓN EFECTIVA EN PISTA: ¡HAZ ESTO!

Para sacar nuestro máximo rendimiento en un partido de pádel debemos ser jugadores que escuchan. Tenemos que aprender a escuchar. Esto puede parecer básico, pero en un gran número de ocasiones no se cumple. ¿Por qué? Porque el jugador amateur no es consciente de que su progresión se basa tanto en el entrenamiento de pista (dar una clase, por ejemplo) como en una escucha crítica. De nada nos servirá jugar mucho tiempo si no ponemos en práctica los consejos del técnico o las consignas que nos dice nuestro compañero durante un encuentro.

UN ARTÍCULO DE ARIEL CORTEZ HERNÁNDEZ

Quince años de docencia aplicada al pádel.

¿Para qué escuchar?

Para mejorar nuestra escucha en el pádel debemos prestar atención, ser humildes, concentrarnos en el objetivo y ser "pícaros". Así mejoraremos nuestra táctica de juego, interiorizaremos conceptos y podremos avanzar más rápido. Al final la labor del técnico radica en ahorrar tiempo y dinero al alumno. De esta forma el jugador será más independiente cada vez para tomar sus propias decisiones y disfrutar a un mayor nivel.

Dentro de una escuela de pádel hay distintos perfiles de jugadores: unos que escuchan, otros que escuchan a medias y otros que directamente no atienden. Quizá estos últimos sean los más preocupantes. Los que no escuchan son los que menos progresan. ¿Por qué? Porque para progresar es necesario incluir conceptos nuevos a nuestro juego. Escuchar en el pádel nos ayudará a ampliar nuestro espectro de juego, nos ayudará a seguir avanzando.

¿CÓMO MEJORAR LA ESCUCHA?

La escucha se mejora poniendo de nuestra parte algo más que atención. Se trata de tener un juicio crítico y concentración. La escucha activa es un proceso que utilizamos en la docencia para abrir nuevas oportunidades al jugador. Esta progresión en el jugador es independiente del entrenador, pues el encargado de aprovechar los conocimientos impartidos forma parte de la voluntad del alumno. El técnico brinda las herramientas necesarias para que el jugador aproveche mejor sus capacidades.

Por eso escuchar es tan importante como decir. ambas son un complemento en nuestro aprendizaje.

DECIR MUCHO CON POCO:

Debemos evitar dar demasiada información al jugador. Si ello ocurre, se consigue un efecto contrario. Muchos conceptos en poco tiempo terminan por sobrepasar la capacidad de retención del jugador. Es mejor pocas indicaciones, pero claras. Decir lo mismo de varias maneras distintas.

Se trata de que un solo concepto quede claro y que, además, el jugador lo recuerde en el futuro. Si conseguimos esto podremos ir inculcando más conceptos cada vez. Demasiada información termina por saturar la capacidad del jugador para interiorizar las cosas.

ESCUCHAR para mejorar:

En un partido debemos ser un equipo. Es decir, mientras uno golpea, el otro describe lo que pasa en el otro lado de la red. Esto es importante para una buena coordinación de la pareja. Lo que digamos deberá ser preciso y corto. Decir mucho con poco. Todo ello tiene la finalidad de que el jugador encargado de golpear tome una buena decisión con su impacto.

Ahora bien, por mucho que un jugador diga exactamente lo que pasa al otro lado con precisión, con el tono adecuado y en el tiempo correcto si no sabemos escuchar resultará muy difícil llegar a ese punto de complicidad con la pareja.

más claro con un ejemplo:

Una pareja se pega demasiado a la red y el jugador que no golpea grita (a tiempo y a viva voz) “¡PEGADOOOOS!”. El compañero encargado de pegar, consciente de esa situación y entendiendo el mensaje, en lugar de jugar por arriba (un globo por ejemplo), lo cual sería una buena decisión termina por jugar por abajo, descolocando a su equipo.

Esta situación es más frecuente de lo que pensamos, una cosa es escuchar y otra cosa es entender. Por eso se hace tan necesario el aprender a escuchar. ¡Ponlo en práctica y notarás mucha progresión! En el pádel jugar rápido no siempre es sinónimo de jugar bien. La táctica debe implementarse desde la base: diciendo y ESCUCHANDO.