el jugador de derecha

El jugador de derecha es el cerebro del equipo, es la mitad de nuestro juego, es el jugador capaz de defender, de centrar la estrategia. Es la mente pensante de la pareja. Jugar en la derecha es reunir las características del juego clásico: visión de juego, velocidad de reacción, gestión de velocidades y anticipación entre otras. ¿Quieres averiguar cuáles son las claves? Aquí te van algunos consejos.


" No me importa que todas las bolas acaben de mi lado si el último punto acaba en el lado contrario."

Un artículo de Ariel Cortez

¿Cómo podemos sacar más provecho en esta posición?

Entendamos el concepto de juego. Jugar en la derecha no se trata de ser el “malo” o el “bajo” de la pareja. Jugar en la derecha es centrar nuestra atención en la visión de espacios, en mover al rival en asistir a mi compañero para que acabe con golpes de definición. Esto implica que nuestros movimientos deban ser certeros, precisos y sobre todo coherentes. Si entendemos que nuestra función en la derecha es la defensa, el buscar espacios y asumir que el prácticamente el 60% del juego aéreo lo pegará el jugador de revés, tendremos mucho ganado.

A nivel amateur se suele pensar que el “bueno” de la pareja debe jugar en el lado izquierdo. Es correcto, sí. Pero también es una verdad a medias. ¿Por qué? Porque debemos entender que el pádel es un DEPORTE DE EQUIPO. Si falla uno, fallan los dos por igual. Un equipo debe buscar en lo colectivo el objetivo. No debemos entender el pádel como la suma de individualidades. A nivel amateur debemos asumir nuestras funciones en la pareja. Un buen jugador de derecha será aquel capaz de llevar el peso de la defensa, de comunicar correctamente, de ser rápido en el juego sin pelota, de cubrir los espacios y ser definitivo cuando toque. Es un juego de paciencia, de mucha más rotación que en el lado del revés. Por ello debemos ser rápidos, consistentes, pacientes y decisivos.

SÉ CONSISTENTE

Muchas veces nos recreamos con golpes de fantasía, queriendo agotar el punto a la segunda bola que tocamos. Esto muchas veces es un error. El pádel es un deporte de creación, de persistencia y de paciencia. Jugar en la derecha implicará que debamos “retrasar” el juego jugando lento, jugando mucho por abajo, jugando para que a mi compañero le quede una pelota cómoda. Seremos el creador de juego, el jugador que asiste al delantero para que meta gol. Nuestra función va de gestionar los espacios, de desarrollar nuestra visión de juego. Para ello, cuando no recibas pelota, en lugar de quedarte a mirar a tu compañero, mira a tus rivales e intenta comunicar a tu compañero cómo están situados: pegados, separados, en mitad de la pista, atrás, etc. No vale decir “suben”, porque nos creemos que ya hemos cumplido cuando en realidad solo estamos anunciando una acción puntual. En lugar de repetir como loros “suben”, completa tu mensaje diciendo “suben mucho, el derecha pegado, ¡PEGADÍSIMO!”. De esta forma, la decisión de tu compañero influirá en aquello que tú le digas.

Dejemos de repetir siempre, por ejemplo, “suben”, porque no es del todo correcto. No estamos dando la información correcta y tampoco estaremos siendo sinceros con nuestro juego. Empecemos a pensar más y demos un mejor mensaje. La comunicación es parte del pádel y debemos asumir que jugar al pádel no es solo pegar a la bola.